26/2/14

Una maratón vista desde dentro.

Me tomo la cortesía de copiar la crónica que me mandaba uno de mis pupilos después de acabar el domingo pasado el Maratón de Sevilla, una de las pruebas principales de la temporada:

"Bueno Pablo, ahí va mi crónica.

La noche del sábado conseguí dormirme casi a la 1:00, estaba algo nervioso, pero la verdad es que dormí de un tirón hasta las 5:45. Supongo en parte porque el viernes tampoco dormí muy bien.
Sobre las 6:15 había terminado de desayunar y las 6:40 ya estaba rumbo a Sevilla. Llegué con suficiente tiempo para cambiarme, última visita al baño, y al cajón de salida para colocarme lo más adelante posible.

Salida Maratón de Sevilla.2014.
A las 9 comenzó la carrera, pero hasta pasados 2 minutos y 30 segundos no crucé la salida. Había muchísima gente y apenas se podía correr, pero en seguida vi el globo de las 3:30 y decidí ir a por él rápidamente, como habíamos hablado. Me encontraba muy bien, hacía una temperatura buenísima y muy progresivamente lo pillé hacia el km 5. Hasta aquí iba rondando los 5 min/km, correr más rápido suponía serpentear, frenar bruscamente, subir y bajar escalones, y riesgo de pisar mal en alguna de esas maniobras, era un tapón humano (es lo que tiene ser un novato en esto y salir en un cajón tan atrasado por no tener una buena marca).

A partir del km 6 comencé a encontrar hueco y antes de darme cuenta estaba en 4:35 (más a gusto que un arbusto), pero bajé hasta los 4:40 que habíamos hablado pensado en que esto era solo el principio y que pasarse de lo previsto podía pasar factura. Desde ahí, al km 16-17, esa fue mi velocidad. Decidí dejar de ser cagón como bien me has inculcado, porque suelo serlo, y me decidí a no soltar ese ritmo hasta el  km 33 por lo menos. En ese km había decidido meter un primer gel, y así lo hice. La misma marca que tomo siempre, pero no me llegó a sentar bien del todo, y estuve un par de km un poco fuera de ritmo y me fui a 4:45, no iba nada mal de piernas pero con un poquito de angustia (yo creo que también algo de nervios). A partir del 20, el estómago se recuperó y entré en la media maratón en 1:42:20 (unos 2 minutos por encima de nuestras predicciones). Pero no me preocupaba mucho, había muchos km por delante.

Hasta el km 25-26 no solté los 4:40-4:45, las piernas en su sitio y la cabeza que se iba viniendo arriba y ya iba viendo que las 3:24-3:25 estaban al alcance. Pero aquí comenzó a torcerse la cosa, pisé una botella abierta y el agua fue a parar entera a mi pie. En pocos metros noté que se me arrugó el calcetín. Empecé a pensar en quitarme el calcetín, las zapatillas, jejejje. Hasta el 30 fui más pendiente del pie que de otra cosa, subiendo el ritmo hasta 5 min/km. Volví a replantearme la carrera buscando animarme, manteniendo  5-5:10 todavía podía bajar las 3:30 en 2-3 min. Seguía bien de piernas pero estaba comenzando a cambiar la pisada y eso lo empecé a notar e iba haciendo un poco la goma. Llevaba 2:26:50 en el 30.

Foto tomada web Maratón de Sevilla.
Así me planté en el km 32, pero aquí vino un gran palo. Me giré para ver por donde andaba el globo de las 3:30, y ahí estaba, a unos 500 m. Esto me superó un poco. Sabía aún así, que había salido casi tres minutos después que el globo y que tenía ese margen en el crono final.
En el 34, me dio alcance. Mi nuevo objetivo era seguirlo hasta el final. El pie estaba caliente y todavía me encontraba más o menos bien en el ritmo que marcaba el globo (4:55). Si pasaba de ese ritmo las rozaduras ya me dolían de más. En el 35 iba en 2:53:05
En todas esas historias en mi cabeza se me había olvidado comer algo (no se me olvidó beber) y tomé un gel con magnesio, pero tampoco me sentó muy allá.

En el 37 mis dedos dijeron basta y, aquí empecé a defenderme, no era capaz de bajar los 5 min/km, me mantenía entre 5:10-5:30 y con mucho esfuerzo. El calor que hizo (pedazo de día para los espectadores), tampoco favorecía, y además eran esos km donde no hay nadie, todo el  mundo está en el estadio, y eso me podía. Así me planté en el 40, con el estadio de fondo pegué un pequeño arreón y conseguí tocar los 5 min/km, había pegado ya un buen bajón de ritmo, y cuando pierdes ritmo a estas alturas es difícil recuperarlo.

Al final 3:30:50. Nada más llegar la sensación era agridulce, sabía que habíamos entrenado para algo menos y que lo teníamos.
Hoy, 2 días después y analizando fríamente, estoy más que contento. En una carrera tan larga son muchos los factores que influyen, y aún con un contratiempo importante salvamos más que dignamente los muebles. El 2890 de 8000 que terminaron la carrera.

Son 27 minutos menos que el año pasado, las sensaciones musculares y articulares durante todo el recorrido fueron infinitamente mejores que en 2013. Hoy estoy prácticamente recuperado (una pequeña contractura en el isquio) y con ganas de seguir con el próximo objetivo. Todo esto me dice que el trabajo y la preparación ha sido buena."

Recorto un poco las reflexiones del final, porque las considero algo íntimo.

Por otro lado, muchos fueron los deportistas que hicieron algunas competiciones aunque no siempre esté de acuerdo en todos los casos, las ganas y el ímpetu por demostrar el buen estado de forma hace que desde Trimatas, hubiese gente compitiendo en A Coruña con Alberto, logrando rebajar su mejor marca en Media Maratón acabando en 1h39´44", lo que para nosotros es toda una proeza, trás comenzar en el mes de Septiembre, sin apenas poder correr con un dolor en la rodilla.

Duatlón Carnavales de Águilas.
En Águilas varios fueron los Trialhameños que corrieron en el Duatlón de Águilas, eso sí disfrutando plenamente de lo que es un prueba en la que lo que menos importaba era el resultado. En Molinicos, Óscar hizo una buena carrera, aunque creo que competir demasiado nos impide demostrar nuestro potencial.

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